La próxima construcción de una planta de biogás en el término municipal perteneciente a Chinchilla de Montearagón, pero más cercano al municipio de Pétrola, amenaza con destruir un valioso ecosistema del que forma parte el complejo lagunar de este mismo municipio, junto con las cercanas lagunas de Horna, Hoya Usilla y Corral Rubio.

En la Laguna de Pétrola, declarada Reserva Natural, conviven numerosas aves como flamencos, fochas, moritos, malvasía cabeciblancas, algunas de ellas en peligro de extinción, formando un entorno único en el que incluso algunas de estas especies anidan y crían.
Además de las lagunas y su impacto negativo en ellas, están los vecinos de Pétrola, que por proximidad de la planta (unos 5 km aproximadamente) tendrán que sufrir los olores que desprende la materia orgánica con la que trabajan estas plantas para generar el biogás, en su mayoría purines procedentes de macrogranjas, desechos de mataderos, basura, etc) , además de las plagas de insectos atraídos por el olor a putrefacción.
Por si esto fuera poco, contaminarán la tierra y el agua subterránea, además de los pozos y las lagunas con el subproducto sobrante resultado de toda la descomposición orgánica (digestato).
Atraerán un tráfico continuo de vehículos pesados para el transporte de su producto final, para el que ya han comenzado a construir una carretera paralela por la que pasa la Cañada Real que unía Andalucía y Valencia y en la que todavía se conservan restos de la antigua calzada romana , talando para ello ejemplares de carrascas centenarias.
Porque todo esto ya está en marcha, porque se aprovechan de las zonas con despoblación para envenenar lo poco que hace que sus moradores aguanten en ellas, porque los afectados nos enteramos de rebote de lo que se cocina en nuestra tierra, ayúdanos a pararlo.
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