Por segunda vez en menos de cuatro meses, la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial acudía en marzo de 2019 de nuevo al Parlamento Europeo para denunciar la proliferación de la ganadería industrial en el Estado español y sus impactos para quienes habitan el mundo rural.
Allí, una de nuestras coportavoces dejó muy claro que los movimientos vecinales y las organizaciones nacionales e internacionales que nos apoyan no queremos fábricas de carne, huevos y lácteos en los pueblos. Porque el campo no es una fábrica.
Nuestra coportavoz aseguró que “cada día que avanza la proliferación desmesurada y descontrolada de la ganadería industrial en España, el mundo rural es un poco más pobre”, dado que “se están colonizando los territorios y expropiando los recursos naturales para especular con derechos fundamentales como la alimentación y la salud”. También habló de la pérdida de calidad de vida en los pueblos y de los riesgos para la salud de la contaminación del agua, el aire y los suelos a consecuencia de los vertidos de purines; así como de la resistencia a los antibióticos que está causando ya más de 3000 muertes anuales en nuestro país y que se relaciona en gran medida con la utilización de antibióticos de uso veterinario, siendo el Estado español el que más antibióticos de toda Europa utiliza en animales y el que cuenta con el mayor número de animales por explotación de media.
Puedes escuchar la intervención completa (en español) en este vídeo.