Empezamos a tomar conciencia de lo que significaba la ganadería industrial en 2017, cuando quisieron construir una explotación de porcino industrial en nuestro pueblo, Cañete (Cuenca).
Aunque conseguimos que no se construyera, seguimos trabajando porque hemos visto lo dañino de esta industria y lo peligroso de su connivencia con la política.
Formamos parte de la asociación provincial Pueblos Vivos Cuenca.